Lo se, lo se. Hace tiempo que no publico nada y quiero pediros disculpas. La razón de este parón es que por fin, después de muuuuuucho tiempo, vuelvo a trabajar y no dispongo de mucho tiempo libre así que debo aprovechar el fin de semana a tope para poder dedicarme a mis aficiones. Aclarado el asunto vamos a lo que nos gusta y es preparar alguna receta rica y fácil, en este caso vamos a preparar unas riquísimas Albóndigas De Patata y Requesón. Lo dicho, fácil de preparar, ricas y no lleva mucho tiempo de preparación. Si tenéis peques en casa seguro que estarán encantados de ayudaros a la hora de preparar "las bolitas".
Lista de ingredientes y al lío.
Ingredientes:
200 g de Requesón
2 Cebolletas Picadas
3 Cucharadas Soperas de Eneldo Fresco
picado
1 Huevo Batido
Zumo de Medio Limón
Sal.
Pimienta Negra Molida
Harina
Aceite de Oliva
1. Vamos a empezar poniendo a cocer las patatas. Las pelamos y las ponemos al fuego en una olla con agua, sal y un chorrito de aceite. Mientras se hacen vamos a preparar el resto de los ingredientes.
2. Con las cebolletas tenemos 2 opciones. Podemos picarlas y añadirlas a la mezcla tal cual. Yo lo hice así y al final nos quedaran las cebolletas algo crudas dejando un sabor bastante fuerte. La otra opción es picarla y pocharla un poquito para que el sabor sea más suave. Eso lo dejo al gusto del consumidor.
3. Una vez tengamos lista la cebolleta batimos el huevo y picamos bien picadito el eneldo. Vamos con las patatas que ya deben estar cocidas y terminamos de preparar la mezcla para las albóndigas.
4. Sacamos las patatas a una fuente y las machacamos bien. Añadimos la cebolleta picadita pochadita o al natural (como queráis), mezclamos bien y añadimos el requesón. Volvemos a revolver y añadimos el eneldo picado, el huevo batido y el zumo de limón. Salpimentamos y mezclamos todo bien. Tapamos el bol con film o papel de plata y metemos en el frigorífico para que la mezcla repose y se endurezca un poco. Con 1 hora mas o menos en el frigorífico estará lista.
5. Ya tenemos la mezcla en su punto. Ponemos una sartén al fuego con bastante aceite. El aceite no debe estar ni muy caliente (se nos quemarían por fuera y quedarían crudas por dentro) ni a temperatura baja (se nos abrirían las albóndigas), utilizaremos las primeras albóndigas para controlar la temperatura. Solo nos queda preparar las bolitas no muy grandes, aproximadamente de el tamaño de una nuez, las pasamos por harina, aplastamos un poco y a la sartén hasta que nos queden doraditas.
6. Una vez fritas las dejamos sobre papel absorbente para que suelten el aceite sobrante y estarán listas para comer. Las podemos comer solas, acompañadas de una rica salsa (la que mas os guste), con un plato de pasta o bien con una rica ensalada.
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