Chocolate blanco, fresas, nata ... no se os hace la boca agua?. Los combinamos con cuatro cositas mas y un poco de frío y nos dan como resultado una forma diferente de comer las típicas fresas con nata, una tarta riquísima y muy sencilla de preparar. Para preparar esta tarta es necesario utilizar un molde de silicona para poder desmoldar la tarta sin problemas cuando la tengamos congelada. La podemos consumir helada o bien la dejamos que se descongele en el frigorífico consiguiendo una textura cremosa. Yo prefiero que se descongele un poco (no me van las tartas heladas) pero eso lo dejo a vuestra elección.Vamos con los ingredientes y la preparación.
Ingredientes:
1 Base de Bizcocho.
500 ml de Nata para Montar
12 Fresas Trituradas
100 gr de Fresas Picadas.
6 Hojas de Gelatina Neutra.
3 Cucharadas Soperas de Ron Tostado.
100 gr de Azúcar.
100 gr de Mantequilla.
150 gr de Chocolate Blanco (cobertura).
4 Fresas (decoración).
100 gr de Chocolate Negro (opcional).
Preparación:
1. Empezaremos por hidratar las hojas de gelatina. Las ponemos en una fuente con agua fría durante 10 minutos. Pasado el tiempo le cambiamos el agua y como mínimo las dejamos otros 15 minutos. Mientras se hidrata la gelatina aprovecharemos para montar bien la nata añadiéndole poco a poco el azúcar mientras lo hacemos. Una vez montada la guardamos en el frigorífico.
2. Con la ayuda de la batidora trituraremos las 12 fresas y reservamos en el frigorífico. Picamos los 100 gramos de fresas y también los guardamos en el frigo.
3. Ya tenemos la gelatina hidratada. Escurrimos bien el agua y ponemos las hojas en un cazo al fuego junto con las 2 cucharadas soperas de ron. Dejamos a fuego muy bajo hasta que tengamos la gelatina completamente disuelta.
4. Sacamos todo lo que guardamos en el frigorífico y vamos añadiendo en el bol de la nata montada las fresas trituradas y troceadas. Revolvemos bien con movimientos envolventes teniendo cuidado de que no se nos baje mucho la nata. Para terminar vamos añadiendo muy poco a poco la mezcla de gelatina y ron. Aquí se nos bajará la nata debido al contraste de temperatura con la gelatina. Revolvemos todo bien.
5. Ya tenemos el relleno de la tarta. Pasamos la mezcla al molde y para terminar le colocamos la base de bizcocho. Metemos en el congelador como mínimo 3 horas para que coja cuerpo y no se nos derrita cuando le incorporemos la cobertura de chocolate blanco.
7. Lista para comer. Como os comentaba al principio la podemos comer helada o bien dejamos que se descongele poco a poco en el frigorífico consiguiendo una textura muy cremosa.
¡¡¡ BUEN PROVECHO ¡¡¡
Que deliciosa y refrescante tarta fría, ya va apeteciendo y te felicito por tu paso a paso.Un beso y te sigo con mucho gusto. Me gustaría que pasaras a visitar mi cocina.Doris
ResponderEliminarHola Doris.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Me alegra que te guste la receta y el blog, es un placer tenerte por aquí cuando quieras.
He pasado por tu cocina y hay recetas mas que ricas. Te sigo desde ya.
Un saludo
QUE RICO
ResponderEliminarMuchas gracias Cahterin por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Seguro que es pecado,jajajaja.
ResponderEliminarQue buena pinta que tiene!!
Hola Jorge.
EliminarPecado pero del bueno. Tienen muy buena pinta y está muy rica.
Facilita de preparar así que ya me contarás.
Gracias por tu comentario y por pasarte por aquí.
Un saludo .